Diferencia entre revisiones de «Sesión 3: Cumplir, vencer y ser alguien en la vida»

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una ráfaga de viento le arrancó la página de su guante y lo mandó debajo
de un camión. Primero tuvo que terminar de quemar las demás páginas y
luego ir por la primera, que no pudo conseguir.
Pasó un tiempo buscando y entonces pidió a un Sargento que lo
ayudara. Nada. Por fin se dio cuenta que no lo iban a encontrar y que
tenía que llamar al Coronel en Jefe de la Batería. Era las 8 de la mañana
y era domingo. El Coronel estaba durmiendo cuando su esposa lo buscó.
No estaba contento, pero dijo que iría. El Coronel también buscó por un
tiempo y por fin le dijo al Teniente que llamara a todos los hombres de la
unidad para que fueran a ayudar a buscar el papel. Como era domingo,
muchos estaban todavía dormidos y nadie había desayunado.
Al mediodía, llamaron a todos del pueblito de al lado para que fueran
también a ayudar. Esa tarde, cuando empezó a oscurecer, el Coronel se dio
cuenta de que iba a tener que reportar esta pérdida estratégica al General,
que a su vez lo tendría que reportar al Centro de Defensa Aérea, que lo
reportaría al Ministerio. Todos los hombres tenían frío y hambre y miraban
a este joven Teniente más con lástima por haber arruinado su futuro y su
carrera, que con rabia por su domingo arruinado.
De repente a 300 metros, oyeron un gritos y vieron a un Sargento
cargado en hombros que había visto una esquina de la página casi cubierta
de nieve ¡había recuperado el código perdido!
El Teniente fue llamado a reportarse al Coronel, quien empezó diciendo
que el código no había debido extraviarse; y que reconocía que el Teniente
había hecho todo lo que pudo para encontrarlo. “Pero lo más importante
–dijo– es que usted ha reportado el chasco, cuando hubiera sido muy fácil
decir que lo había quemado”. Como resultado, el Teniente fue promovido
a una posición de más responsabilidad: la de jefe del pelotón más grande
y más importante de la Batería. Ahora era el encargado de disparar el misil.
¡Vaya premio!
Bueno, tuvo suerte, porque su Coronel era un oficial justo, pero pudo
haber tenido otro injusto y ser castigado indebidamente. Y como dijo
un gran General, el soldado tiene que aceptar la injusticia, como acepta
también heridas o la muerte, como parte de su deber de obediencia.
A veces, muchachos, la honestidad y la integridad nos cuestan caro; al
menos a corto plazo. Pero tiene grandes ventajas.
Y les recuerdo lo que indiqué la clase anterior: cuando un Teniente
en un combate lleva sus hombres a un ataque atravesando 200 metros
del fuego de las defensas enemigas, cruzando por alambre púa, peligro de
minas y granadas, no puede obligar a ninguno a seguirlo. Sólo puede decir
“síganme” y empezar a avanzar. Sus hombres lo seguirán si, y solo si, él ha
creado un vínculo de confianza con ellos. Una confianza fundada en que
él está dispuesto a sufrir lo mismo que ellos y que nunca los abandonará
a su suerte.
Andrés y Álvaro levantaron la mano al mismo tiempo, y de hecho
tenían la misma pregunta. Fue Andrés quien habló primero:
–Coronel, lo que usted cuenta como si fuera liderazgo normal, a
nosotros nos parece, bueno, casi el suicidio. No parece realista, es decir,
no podemos entender estas palabras de integridad, carácter, y eso. Yo
quisiera entender lo que significa “integridad” para un militar como usted,
de tradición… bueno, eh… de integridad.
–Claro, entiendo –asintió el Coronel–. Esto que llamas tradición de
integridad es algo que a veces pensamos que se está perdiendo. Pero no,
nunca se perderá, porque es la única forma de preservar lo bueno que
hay en el mundo. No todos los héroes y heroínas están en los ejércitos.
Hay muchísimas personas viviendo su deber heroicamente en todas
partes. Estoy seguro de que ustedes pueden reconocer los rasgos que
yo les describo, en personas en su mismo barrio… tal vez incluso en sus
mismas familias. Vamos a hacer un ejercicio. Pero primero contestaré a la
pregunta: ¿Qué es la integridad? Como sabemos, tiene mucho que ver con
la honestidad y la sinceridad, ¿verdad? Tiene también que
ver con la pureza de las intenciones.
Es decir: antes que nada hay que tener humildad. ¿Saben
lo que es la humildad? ¿es un concepto que manejan?
–¡Sí! –contestaron todos.
– Es clave para el deporte. Es tener el valor de ver tus
fallas –se escuchó decir a un alumno.
–Excelente. Es una virtud clave para todo en la vida
–añadió el Coronel–. Hace falta en la pareja, también.
Neutraliza la soberbia. Luego está la magnanimidad… que es la falta de
envidia, ¿no es así?
–¡Si! –respondieron todos, entusiasmándose.
–Eso también es importante para el buen jugador – se volvió a
escuchar.
–Muy bien – continuó el Coronel–. Luego también es muy importante
la paciencia. La ira es algo muy negativo en un líder. La buena planificación, explicación y supervisión requieren paciencia, y evita las ocasiones
de perder el temple y ponerse furioso, que no lleva a nada. Cosa también
importante para el capitán de equipo, ¿cierto?
–¡Cierto! –contestó un coro.
–Bueno, y la generosidad es bien importante. Consiste en darnos a
los demás de manera habitual y decidida, con las ventajas que tenemos,
incluyendo nuestra posición, bienes materiales, talentos y atención
personal. En contraste, la codicia o avidez de tenerlo todo para uno
mismo, te despoja rápidamente de tu autoridad porque todos pueden ver
que tu interés es puramente egoísta. ¿Lógico?
–¡Claro! –respondieron todos.
–Bueno, la integridad requiere también de lo que podemos llamar
diligencia… esa cualidad de seguir hasta terminar el trabajo; el esmero,
si quieren; la dedicación para hacer las cosas bien. Porque nadie quiere
seguir a un flojo. ¿De acuerdo?
–¡De acuerdo! –contestaron al unísono.
–Ya hemos visto seis cualidades y hay otra, que es la pureza de
intención para cumplir el deber. Si un líder… –explicó el Coronel– aunque
parezca que está haciendo su trabajo más bien está buscando beneficios y
placeres personales -y esto pasa en todos los ámbitos- los demás se darán
cuenta de su lujuria y perderá el respeto de sus subordinados.
Lamentándolo mucho, los tengo que dejar con estas consideraciones, porque mi visita termina mañana. Pero los invito a pensar en lo que
hemos hablado y a aplicarlo en diferentes ámbitos de la vida, por ejemplo a la familia, la empresa, la política. Ustedes evidentemente lo entienden
bien. Ahora sólo falta aplicarlo a la vida profesional y privada… y todo les
ira muy bien. Es el desafío de nuestra existencia, no es fácil, pero lo van a
disfrutar, porque se van a sentir hombres y mujeres de gran valor… para
sí mismos, para sus familias, y para su país. Gracias por su hospitalidad y
su atención. Gracias, sobrina, ¡he disfrutado este rato con estos magníficos
jóvenes!


== Escucha ahora la explicación del profesor ==
== Escucha ahora la explicación del profesor ==

Revisión del 11:26 22 nov 2021

Computadora 1.JPG


PROPÓSITO El estudiante aprende cuales son las requerimientos mínimas para la instalación de programa a utilizar en clase para la edición de los vídeos.

Introducción



¿Cuales son las características mínimas para que el programa funcione? Lo primero que se debe de ver son los requerimientos mínimos que el programa requiere y de esta manera el programa se ejecute de manera optima en el ordenador.


Lectura

Cuando entraron en la siguiente clase de Personalidad y Liderazgo, varios de los alumnos tenían los sentimientos vueltos un lío. Carlos lo había expresado de una manera confusa pero que Ramón y Álvaro entendieron perfectamente cuando él, antes de la clase, les dijo: ––Yo no sé lo que nos están haciendo en esta clase… Primero Sonia nos corta en pedazos… personalidad, talentos, carácter, temperamento; y luego Miguel y el Coronel nos lanzan unas ideas que a mí, francamente, me van a hacer explotar la cabeza. ¿Cómo vamos a armar este rompecabezas con tantos elementos que quieren que tomemos en consideración? Me pregunto qué sorpresa nos tendrán preparada para hoy.

No sabía si alegrarse o no al ver al Coronel Marcano de nuevo, conversando y riendo con Sonia. “¡Será entonces el Coronel el encargado hoy de confundirnos más!” pensó Carlos mientras se sentaba. –Como probablemente ninguno de ustedes vaya estar nunca en un ejército –empezó con una gran sonrisa–, les contaré otra experiencia, no mía, sino de un joven que tuve bajo mi mando. Luego analizaremos las motivaciones y razonamientos de este caso que sonó bastante en el ejército a pesar de que no hubo ni balas ni heridos. Es un relato en el que se ve bien lo que es la integridad y el carácter de un líder… que es algo difícil de describir bien.

Es sobre un Teniente joven, nuevo en defensa aérea de artillería. Estaba en una estación de radar de importantes misiles en una colina bastante alta. Le habían asignado, entre otras cosas, la responsabilidad de quemar cada madrugada el código del día anterior que usaban con los aviones amigos. Era una responsabilidad importantísima, porque si el enemigo de alguna manera lo conseguía, podrían descodificar la clave y atacar sin miedo a nuestras defensas. La forma de destruir el código era prendiéndolo con un encendedor de cigarrillos, quemarlo completamente y dejarlo caer en un tambor para basura. Hacía mucho frio a las 5 de la mañana, ahí arriba donde estaba el radar. Y un día, mientras este Teniente estaba por encender el papel


Vencedores11.PNG

una ráfaga de viento le arrancó la página de su guante y lo mandó debajo de un camión. Primero tuvo que terminar de quemar las demás páginas y luego ir por la primera, que no pudo conseguir.

Pasó un tiempo buscando y entonces pidió a un Sargento que lo ayudara. Nada. Por fin se dio cuenta que no lo iban a encontrar y que tenía que llamar al Coronel en Jefe de la Batería. Era las 8 de la mañana y era domingo. El Coronel estaba durmiendo cuando su esposa lo buscó. No estaba contento, pero dijo que iría. El Coronel también buscó por un tiempo y por fin le dijo al Teniente que llamara a todos los hombres de la unidad para que fueran a ayudar a buscar el papel. Como era domingo, muchos estaban todavía dormidos y nadie había desayunado.

Al mediodía, llamaron a todos del pueblito de al lado para que fueran también a ayudar. Esa tarde, cuando empezó a oscurecer, el Coronel se dio cuenta de que iba a tener que reportar esta pérdida estratégica al General, que a su vez lo tendría que reportar al Centro de Defensa Aérea, que lo reportaría al Ministerio. Todos los hombres tenían frío y hambre y miraban a este joven Teniente más con lástima por haber arruinado su futuro y su carrera, que con rabia por su domingo arruinado.

De repente a 300 metros, oyeron un gritos y vieron a un Sargento cargado en hombros que había visto una esquina de la página casi cubierta de nieve ¡había recuperado el código perdido!

El Teniente fue llamado a reportarse al Coronel, quien empezó diciendo que el código no había debido extraviarse; y que reconocía que el Teniente había hecho todo lo que pudo para encontrarlo. “Pero lo más importante –dijo– es que usted ha reportado el chasco, cuando hubiera sido muy fácil decir que lo había quemado”. Como resultado, el Teniente fue promovido a una posición de más responsabilidad: la de jefe del pelotón más grande y más importante de la Batería. Ahora era el encargado de disparar el misil. ¡Vaya premio!

Bueno, tuvo suerte, porque su Coronel era un oficial justo, pero pudo haber tenido otro injusto y ser castigado indebidamente. Y como dijo un gran General, el soldado tiene que aceptar la injusticia, como acepta también heridas o la muerte, como parte de su deber de obediencia. A veces, muchachos, la honestidad y la integridad nos cuestan caro; al menos a corto plazo. Pero tiene grandes ventajas.

Y les recuerdo lo que indiqué la clase anterior: cuando un Teniente en un combate lleva sus hombres a un ataque atravesando 200 metros del fuego de las defensas enemigas, cruzando por alambre púa, peligro de minas y granadas, no puede obligar a ninguno a seguirlo. Sólo puede decir “síganme” y empezar a avanzar. Sus hombres lo seguirán si, y solo si, él ha creado un vínculo de confianza con ellos. Una confianza fundada en que él está dispuesto a sufrir lo mismo que ellos y que nunca los abandonará a su suerte.

Andrés y Álvaro levantaron la mano al mismo tiempo, y de hecho tenían la misma pregunta. Fue Andrés quien habló primero: –Coronel, lo que usted cuenta como si fuera liderazgo normal, a nosotros nos parece, bueno, casi el suicidio. No parece realista, es decir, no podemos entender estas palabras de integridad, carácter, y eso. Yo quisiera entender lo que significa “integridad” para un militar como usted, de tradición… bueno, eh… de integridad.

–Claro, entiendo –asintió el Coronel–. Esto que llamas tradición de integridad es algo que a veces pensamos que se está perdiendo. Pero no, nunca se perderá, porque es la única forma de preservar lo bueno que hay en el mundo. No todos los héroes y heroínas están en los ejércitos. Hay muchísimas personas viviendo su deber heroicamente en todas partes. Estoy seguro de que ustedes pueden reconocer los rasgos que yo les describo, en personas en su mismo barrio… tal vez incluso en sus mismas familias. Vamos a hacer un ejercicio. Pero primero contestaré a la pregunta: ¿Qué es la integridad? Como sabemos, tiene mucho que ver con la honestidad y la sinceridad, ¿verdad? Tiene también que ver con la pureza de las intenciones.

Es decir: antes que nada hay que tener humildad. ¿Saben lo que es la humildad? ¿es un concepto que manejan? –¡Sí! –contestaron todos. – Es clave para el deporte. Es tener el valor de ver tus fallas –se escuchó decir a un alumno. –Excelente. Es una virtud clave para todo en la vida –añadió el Coronel–. Hace falta en la pareja, también. Neutraliza la soberbia. Luego está la magnanimidad… que es la falta de envidia, ¿no es así?

–¡Si! –respondieron todos, entusiasmándose. –Eso también es importante para el buen jugador – se volvió a escuchar. –Muy bien – continuó el Coronel–. Luego también es muy importante la paciencia. La ira es algo muy negativo en un líder. La buena planificación, explicación y supervisión requieren paciencia, y evita las ocasiones de perder el temple y ponerse furioso, que no lleva a nada. Cosa también importante para el capitán de equipo, ¿cierto? –¡Cierto! –contestó un coro.

–Bueno, y la generosidad es bien importante. Consiste en darnos a los demás de manera habitual y decidida, con las ventajas que tenemos, incluyendo nuestra posición, bienes materiales, talentos y atención personal. En contraste, la codicia o avidez de tenerlo todo para uno mismo, te despoja rápidamente de tu autoridad porque todos pueden ver que tu interés es puramente egoísta. ¿Lógico?

–¡Claro! –respondieron todos. –Bueno, la integridad requiere también de lo que podemos llamar diligencia… esa cualidad de seguir hasta terminar el trabajo; el esmero, si quieren; la dedicación para hacer las cosas bien. Porque nadie quiere seguir a un flojo. ¿De acuerdo? –¡De acuerdo! –contestaron al unísono.

–Ya hemos visto seis cualidades y hay otra, que es la pureza de intención para cumplir el deber. Si un líder… –explicó el Coronel– aunque parezca que está haciendo su trabajo más bien está buscando beneficios y placeres personales -y esto pasa en todos los ámbitos- los demás se darán cuenta de su lujuria y perderá el respeto de sus subordinados.

Lamentándolo mucho, los tengo que dejar con estas consideraciones, porque mi visita termina mañana. Pero los invito a pensar en lo que hemos hablado y a aplicarlo en diferentes ámbitos de la vida, por ejemplo a la familia, la empresa, la política. Ustedes evidentemente lo entienden bien. Ahora sólo falta aplicarlo a la vida profesional y privada… y todo les ira muy bien. Es el desafío de nuestra existencia, no es fácil, pero lo van a disfrutar, porque se van a sentir hombres y mujeres de gran valor… para sí mismos, para sus familias, y para su país. Gracias por su hospitalidad y su atención. Gracias, sobrina, ¡he disfrutado este rato con estos magníficos jóvenes!

Escucha ahora la explicación del profesor

REQUERIMIENTOS

  • Sistema Operativo: A partir de Windows 7 en adelantarte. Mac OSX 10.11 o Superior
  • Procesador: Core i3 o superior, 2 GHz o superior
  • RAM: Al menos 4GB de RAM



Actividades de refuerzo

OTRAS FUNCIONES

  • Ajustes de los colores.
  • Detección de escenas.
  • Corregir.
  • Reparar.
  • Efecto en la velocidad.
  • Pantalla Croma.
  • Pantalla partida.
  • Efectos de color.
  • Captura de pantalla de la PC.
  • Estabilizador del video.


Resumen

Hemos aprendido a reconocer los requerimientos mínimos para la instalación y las características de nuestro ordenador

Actividad para la casa

Sé creativa/o y busca los insumos necesarios para la creación del vídeo según el tema tratado en clase.